[ resolución gráfica 1920 X 1080 ]

• El desafío a los ojos del observador

        Durante las últimas décadas la interpretación del óleo de Las Meninas no ha dado tregua a la controversia, y, ante la falta de una explicación concluyente, indagaremos en las distintas maneras de observar esta escena pictórica:

• En primer lugar desvelaremos lo que Diego Velázquez trató de ocultar en esta conocida escena,

• y, para completar, analizaremos la diáfana perspectiva de esta composición.

Para afrontar esta empresa tendremos en cuenta, pues, el sabio consejo de John F. Moffit [1]:

Y Antonio Palomino, pintor y tratadista de pintura, también subraya en el siglo XVIII la importancia de la perspectiva [2]:

Mientras que en el Renacimiento Leonardo da Vinci propone:

Trattato della Pittura. Parte terza - De' vari accidenti e movimenti dell'uomo e proporzione di membra.

La invención de la perspectiva se remonta al año 1416, cuando Filippo Brunelleschi fijó en el punto de fuga la reducción matemática absoluta de las tres dimensiones del espacio descriptivo en un soporte bidimensional.

El descubrimiento de la perspectiva lo divulgó el arquitecto Alberti en su Tratado de la Pintura del año 1436, y, casi cuarenta años después, Piero della Francesca en 1474, influenciado por la Óptica de Euclides y los Elementos, sistematizó la perspectiva lineal en su libro: De Prospectiva pingendi, lo cual supuso el puente entre la perspectiva artística y la geométrica.

En 1637, René Descartes, en un apéndice al Discurso del Método, publicó sus hallazgos sobre Geometría analítica usando un conjunto de ejes y coordenadas, una Geometría que permitía representar las rectas, curvas y figuras geométricas mediante el valor numérico de las expresiones algebraicas.

El método cartesiano surgió al mismo tiempo que Girard Desargues fundamentaba, matemáticamente, la Geometría proyectiva en base a la perspectiva del Renacimiento, con la que era posible la resolución de los problemas de la Geometría del espacio mediante operaciones efectuadas en un plano.

Girard Desargues - GEOMETRÍA Y PERSPECTIVA   PREMIERE PARTIE DE LA REGLE DE LA PRATIQVE DE LA PERSPECTIVE - 1647

Y a pesar de que Las Meninas parezca que sólo trate de la visita de los reyes al taller del pintor, sin embargo, esta pintura de la colección del Museo del Prado reivindica, pues, a la Infanta Margarita como posible heredera, y su entronque con la sangre más antigua de la realeza.

Pero, detrás de lo que se observa:

Velázquez se vale, además, de signos específicos con los que se materializa la comunicación y el entendimiento con esta obra de arte.

Gridley Mckim-Smith apunta, acertadamente, de la existencia de dos códigos europeos contradictorios en Las Meninas [3]:

Estamos aún más de acuerdo con Mckim-Smith cuando puntualiza:

Y faltaría reseñar, pues, un efecto aéreo atesorado en esta composición, el famoso aire de Las Meninas, pero agregaríamos [4]:

Y es del todo cierto que eminencias de las ciencias, letras y artes desdeñaron la sospecha del apego del pintor Diego Velázquez a una de las herencias más prohibida de la península Ibérica:

La ley de Boca, también llamada La Kabala.

Y como botón de muestra, una Geometría organizada a partir de vectores diagonales, que consolidan las hipotenusas de triángulos rectángulos cuyos catetos miden 1 y 2 respectivamente, que equivalen a la raíz cuadrada de 5, y cuya raíz cuadrada forma parte de la fórmula del número áureo.

Este elaborado estudio del escenario de Las Meninas es la primera certeza, y se deduce, pues, que la reputación de la monarquía corrió un alto riesgo en las manos del pintor, ya que estas esferas invisibles que desvelamos, denominadas los diez Sefirot, convertían a un secreto en un enorme peligro.

La tradición oral hebrea se valió de la boca y del oído para preservar a la Kabala en clandestinidad, sin embargo, en este reencuentro, y sin menoscabo alguno, ha sido la vista testigo de su fehaciente presencia en las pinceladas de luz y color de esta obra maestra.

Desvelamos, pues, once buenas razones que ponen nombre, y sitio exacto, a ciertos detalles relevantes.

	Sefira	Hebreo		Castellano	Planeta	Abscisas - X	Ordenadas - Y
	I	כתר	Kether	Corona		0	62
	II	חכמה	Chokmah	Sabiduría		24	50
	III	בינה	Binah	Inteligencia	Saturno	- 24	50
		דעת	Dahat	Conocimiento		0	36
	IV	חסד	Chesed	Gracia	Júpiter	24	19
	V	גבורה	Geburah	Fortaleza	Marte	- 24	19
	VI	תפארת	Tiferet	Belleza	Sol	0	9
	VII	נצח	Netzach	Victoria	Venus	24	- 12
	VIII	הוד	Hod	Honor	Mercurio	- 24	- 12
	IX	יסוד	Yesod	Fundamento	Luna	0	- 9
	X	מלכות	Malkut	Reino	Tierra	0	- 38

 
Sefer Yetzirah - Capítulo 1:4

Los diez Sefirot + 1, huéspedes del aire de la Habitación del Príncipe, se disponen en coordenadas de números enteros en una rejilla cuadrada de 152 unidades de lado, es decir; sobre un mapa de 152 x 152 = 23.104 coordenadas posibles.

Hablamos, pues, de un sistema de referencia exacto que Velázquez no guardaba para sí, sino que lo compartía con su señor rey a cambio del Hábito de la Cruz de Santiago.

En definitiva, un Honor cómplice de la sacrosanta estirpe europea.

Y sería engañarse pensar que su nobleza no tuvo reconocimiento público.

En la cruceta de la Cruz del Hábito de Santiago se sitúa, pues, el centro de la Sefira nº 8, Hod, El Honor, en la coordenada: [-24, -12], un territorio geométrico hasta ahora inexplorado, que, sin embargo, le corresponde una larga lista de atributos según Athanasius Kircher:

Octauum veſtimentum Dei ſeu Sephirah eſt הוד Hod, id eſt, laus, honor, gloria. Nomen eius eſt אלהים צבאות Elohim Tſebaoth; attributa eius, myſterium columnæ, ac pedis ſiniſtri, hinc trahitur ſerpens antiquus, diſciplina Domini, Ramus, Cherub, Aharon, filij regis, molæ molentes. Eſt que Canalis, per quem Deus influit in Archangelos, & per Intelligentiam Michælem in Cœlum Mercurij; Cauſa & origo animalium eſt.           La octava vestidura de Dios es la Sefira denominada el Honor, Alabanza, Gloria, es decir; Hod, cuyo nombre es אלהים צבאות, Elohim Tſebaoth. Sus atributos son: El misterio de la columna, y el pie izquierdo, de aquí surge la antigua serpiente, la disciplina del Señor, rama, querubín, Aarón, hijo del rey, muelas de molino. Este es el canal por el cual Dios fluye hacia los Arcángeles, y, a través de la Inteligencia Miguel, hacia el Cielo de Mercurio. Es la causa y el origen de los animales.     Página 294 CLASSIS IV. CABALA HEBRÆRVM - CAPVT VIII. Athanasii Kircheri. OEDIPI ÆGYPTIACI. Tomus Secundus. GYMNASIVM. ROMÆ - Anno M DC LIII

105 años antes que Athanasius Kircher, IACOBI ZIEGLERI LANDAUI, en la página 524 de su libro Conceptionum in Genesim mundi, & Exodum, Commentarij impreso en Basileæ el año 1548, describe lo que custodia la Cruz del Hábito de Santiago en la Sefira nº 8 Hod:

Booz es un personaje bíblico, que aparece en el libro de Rut y en el de Crónicas 1​, que se casa con Rut, con quien tuvo un hijo, Obed, padre de Isai, y, por tanto, sería bisabuelo del rey David.

El mensaje divino de esta Sefira nº 8 es el siguiente:

Cierto, estamos hablando, pues, de una larga lista de atributos que fomenta la Kabala, y que, a medida del deseo, corresponden a la Cruz de Santiago pintada en Las Meninas, además del lugar exacto desde dónde Velázquez urdió su pretendida nobleza, lo que esclarece, definitivamente, al único responsable de situar a la Cruz de Santiago con cualidad presagiada, que no casual, en su sitio.

En el diccionario: Tesoro de la Lengua Castellana:

Publicado en Madrid en el año 1611 encontramos la definición de la palabra KABALA:

Y en el libro del Zohar se habla de las diez esferas del Árbol Sagrado de la Vida o diez Sefirot en estos términos:

Son formas que ha constituido Dios para dirigir con ellas los mundos desconocidos e invisibles y los mundos visibles.

En definitiva, dos maneras de exponer el noble esfuerzo de la emancipación espiritual, la cual siempre ha sido moneda de cambio de la ignorancia y el fanatismo.

Hablamos, pues, de la conexión geométrica de estas Esferas con el óleo de Las Meninas, y la lectura del mensaje que propuso su autor.

Dentro del ojo, y más allá del grosor del hilo de la trama y urdimbre del lino.

De acuerdo con la Astronomía Medieval y del Renacimiento, la Tierra se hallaba en el centro del Universo rodeada, pues, por los otros tres elementos restantes; agua, aire y fuego, y, en la esfera más alta, se situaba el Decimum Cœlum, que Aristóteles en su Metafísica la denominó EL PRIMER MÓVI o la Causa Primera, que, en su desplazamiento diario, movía a todas las estrellas fijas, y a los siete planetas que orbitaban alrededor de la Tierra, y, en lo más elevado, el Empíreo circundaba a los diez círculos celestes.

COELVM EMPIREVM HABITACVLVM DEI ET OMNIAM ELECTORVM

CIELO EMPÍREO LA HABITACIÓN DE DIOS Y TODOS LOS ELEGIDOS

Un contemporáneo de Velázquez, Diego de Saavedra Fajardo, especifica:

Los orbes celestes se dejan llevar del poder del primer móvil, a quien no pueden resistir, y siguiéndole, hacen su curso.

El texto cabalístico Sefer ha-Peli'ah, Libro de las Maravillas, de Moisés Maimónides, 1135-1204, copiado en el siglo XVII por Samuel Garmison, describe este mismo diagrama de los diez círculos concéntricos pero rodeado por dos serpientes gigantes, que vienen a ser, pues, el Uróboro:

La Kabala dio otra posibilidad a esta Primera Causa, ya que quedó equiparada con la Luz Infinita, אין סוף אור, Ain Sof Aur, cuyo esquema es similar, pues, al Cielo de Claudio Ptolomeo.

La teoría del Tsimtsum, צםצום, introducida por Isaac Luria en el siglo XVI, explica, pues, el fenómeno de la contracción de la luz divina con el propósito de permitir la creación, la cual se manifiesta, pues, a través de los 10 Sefirot del Árbol de la Vida.

A continuación indagaremos en la propuesta que el pintor Diego Velázquez planteó en el techo de Las Meninas, un tema que enlaza con lo que se denomina La Primera Causa, y que el cristianismo asoció con Dios.

• El primer Mundo, el plano de la emanación, constituido por las tres primeras Sefirot:

Olam ha Atzilut - עולם האצילות

I כתר Kether La Corona II חכמה Chokhmah La Sabiduría III בינה Binah La Inteligencia דעת Dahat El Conocimiento   Primer nivel del Árbol Sagrado I - Mundo de la Emanación עולם אצילות - Olam Atzilut

Entretanto, con claridad meridiana, queda rehabilitada la utilidad cabalística de los enganches del techo de la Habitación del Príncipe:

• Lámpara Kether - כתר - Corona.

• Lámpara Dahat - דעת - Conocimiento.

Y en paralelo a estos dos enganches para lámparas, las dos esferas superiores del eje Central del Árbol Sagrado salvaguardan, pues, parte de una auténtica experiencia trascendente.

De manera, que Velázquez se valió en Las Meninas del Árbol Sagrado de la Vida, conocido como el Rostro místico de Dios, para que su imagen latente gobernase toda su creación artística, la cual se distancia, sin embargo, del antropomorfismo divino habitual, al que siempre se le ha atribuido apariencia o cualidades humanas.

Según la Kabala, en la primera Sefira Kether se hallan; el Espíritu, la Voz y la Palabra del Dios viviente, que consolidarían, pues, al Espíritu Santo, aunque para el caso del pintor Velázquez esta Sefira aludiría al punto culminante de la secreta misión que ha llevado a cabo.

Con esta reivindicación admitimos, pues, que el pintor interioriza su experiencia mística, y se aferra a Dios en estado de devekut, דבקות.

En esta imagen se percibe la absoluta coordinación de este pequeño entramado de líneas; del inclinado tiento y del pincel que sujeta Velázquez en su mano derecha. Como se puede apreciar están conectados en un mismo punto en el aire de la Habitación del Príncipe, de modo, que este esbozo revela una Geometría Sagrada inherente a esta obra maestra.   El tiento que el pintor sujeta en su mano izquierda está dirigido hacia el techo, y establece contacto con la coordenada del punto R, centro de la Sefira nº 1, Kether, La Corona.   Y manifiestamente, la coordenada del punto R: [0, 62] y el valor numérico 620, de la palabra hebrea Kether, son cifras primas hermanas.     El nombre divino de esta Sefira se halla en Éxodo 3:14.   Y respondió Dios a Moisés:   YO SOY EL QUE SOY     Eheieh Asher Eheieh

Aclaremos, pues, que este contacto del tiento con el centro de la primera Sefira Kether se lleva a cabo en el punto primigenio, o simplemente el punto, n'kudoh r'shonoh, ‏נקודה ראשונה, y conocido también como n'kudoh p'shutoh, ‏נקודה פשוטה‎.

Cuando el Más Oculto deseó manifestarse primero produjo un punto:

No hay duda, pues, que cualquier noción sobre la evidencia de la divinidad es imprecisa, pero, en esta pintura, Diego Velázquez, en el afán de plasmar su verdad, dispuso un encuentro con el pensamiento del Más Oculto, cuya esencia infinita se revela en único punto de 23.104 coordenadas posibles.

Más allá, y por encima de toda contemplación humana, está Dios tal y como Él es en sí mismo, el incognoscible Ain Sof, אין סוף, y su luz divina Aur, אוֹר.

Y entendemos, pues, que la propuesta que subyace en este lienzo no sólo es asombrosa, sino suficientemente latente para hacer pensar.

El Santo, bendito sea, como diría un auténtico cabalista en esta hora de gloria velazqueña.

• El Cubo del Espacio

        En 1801, en la obra científica Disquisitiones arithmeticæ, la palabra cifra es usada por Gauss para definir el término cero, no obstante, la palabra Sefirot se origina a partir de la raíz original de la palabra cero, o sea; sifr o sephir, que proviene de la traducción de su nombre en sánscrito shunya, vacío, al árabe sifr, ﺻﻔﺮ, la cual se latinizó de distintas maneras;

• zephyrum,

• zefiro

• y cifra.

La palabra Sefira se puede leer escrita como sefirah, y su plural es Sefirot, ספירות; y, añadiríamos, que en el inicio del primer capítulo del Sefer Yetzirah se dan distintos significados a la misma etimología de este vocablo:

Y Él creó Su Universo con tres libros, סֵפֶרים, Seferim:

• בסֵפֶר - Sefer, con libro o narración,
• וסָפַר - Sefar, con número

• y, וסִפּוּר - Sipur, con comunicación.

Athanasius Kircher, en el año 1652, propone la siguiente traducción:

מספר ספר סופר id eſt, numerantem, numerum, & numeratum.

Numerador - Número - Numerado.

En antiguos comentarios rabínicos estas entidades, que examinamos en Las Meninas, se denominan Coronas o Lámparas.

Los 10 Sefirot del curtido mensaje de Moisés Cordovero tallan, letra a letra, la profundidad de las tres dimensiones del espacio, además de reanimar el aire transparente de la Habitación del Príncipe del Alcázar de Madrid [7].

Aunque la presencia de esta escultura mística en la estancia donde se pintan Las Meninas sea inconcebible, la novedad de esta pintura es la de cumplir con los requisitos de la condición espacial y simbólica de la Ciencia de la Kabala:

• Orientación a los cuatro puntos cardinales.

• Seis caras de un cubo o paralelogramo conformando su interior.

• El Árbol Sagrado de la Vida.

No pretendemos dominar ideas más allá del espacio y el tiempo, sino, como recomienda la Kabala, sí poner límites físicos a la ceremonia que se celebra dentro de una de las estancias del Palacio Real, concretamente, en la Habitación del Príncipe.

Los límites del llamado Cubo del Espacio se describen en el capítulo 5:2 del Sefer Yetzirah, y en sus doce aristas se acomodan, de manera ordenada, las doce letras simples hebreas.

De ahí la manera de cómo el cabalista, con la ayuda de las doce letras simples hebreas, acota su espacio de trabajo, es decir, que el trazado de los doce límites diagonales del Cubo del Espacio determina la forma concreta del escenario de Las Meninas.

El trazado de la letra Bet se inicia por su parte superior, luego el lateral derecho y finalmente su parte baja; estos tres trazos, en cada una de las cuatro caras del cuadrilátero que encierra a Las Meninas, siguen, a su vez, un orden de lectura de acuerdo con los cuatro puntos cardinales [9].

La Kabala Práctica define este espacio espiritual y geométrico como el Templo del cabalista.

Heh este-superior YHVH Judá Vau este-norte YHHV Isacar Zayin este-inferior YVHH Zabulón Chet sur-superior HVHY Ruben Tet sur-este HVYH  Simeón Yod sur-inferior HHVY Gad Lamed oeste-superior VHYH  José  Nun oeste-sur VHHY Leví Samekh oeste-inferior VYHH Benjamín Eyin norte-superior HYHV  Dan Tzadi norte-oeste HYVH Aser Kof norte-inferior HHYV Neftalí

Y se extienden sin descanso hasta la eternidad de las eternidades. Y ellos son los que constituyen los límites del Universo.   ומתרחבין והולכין עד עדי עד והן הן גבולות עולם׃     Sefer Yetzirah - Capítulo 5:2

Las 12 diagonales del Árbol de la Vida

Las doce diagonales corresponden, pues, a los doce senderos diagonales del Árbol Sagrado según el Bahir, el Sefer Ha Bahir [10], ya que existe una relación, uno a uno, entre los doce límites diagonales del Universo y las doce diagonales del diagrama de los 10 Sefirot + 1.

Un año antes de Las Meninas, en 1655, en un libro póstumo, el escritor y político Diego de Saavedra Fajardo, valiéndose de un sueño, describe la vida de una ciudad en su República Literaria, y nos ofrece, en aras de la oportunidad, una fascinante descripción de una sala cuadrada [11]:

Y que no falte proximidad; comenta Diego de Saavedra Fajardo en su libro Republica Literaria:

Desentrañar la apariencia de este óleo mediante el análisis directo, Geometría Sagrada y letras hebreas incluidas, confirma, en definitiva, la vocación ocultista del pintor Velázquez, que, ante tal conjuro, ha sido inevitable la ayuda de la Kabala para la comprensión del guión de esta pintura tan notoria.

El escenario de Las Meninas centra, pues, toda la atención en el retrato de la Infanta Margarita, y, con todo propósito, reivindica a la posible heredera de los Reinos de las Españas a través de la jarrita de arcilla roja de Tonalá, Méjico, porque representa, en el Árbol de la Vida, a la Sefira nº 10, Malkhut, El Reino, que es virtualmente el centro de la materia; o sea, el Planeta Tierra.

Por lo que la jarrita roja de barro, en ese caso, englobaría a los cuatro elementos:

	ELEMENTO	FASE		Imagen mágica   Una joven mujer coronada y entronizada.   Nombre Divino   Adonai Ha Aretz - Señor de la Tierra
I	Tierra	Materia Prima
II	Agua	Barro
III	Fuego	Cocción
IIII	Aire	Recipiente

De acuerdo con Athanasius Kircher, 1602-1680, sacerdote jesuita, políglota, erudito, estudioso orientalista, de espíritu enciclopédico y uno de los científicos más importante de esta época, argumentaremos, en latín, los contenidos ocultos de la jarrita roja de Tonalá ofrecida por la joven menina María Agustina Sarmiento a la Infanta Margarita.

A pesar de que una interpretación dependa del punto de vista del intérprete, sin embargo, la relación de Las Meninas con el Sefer Yetzirah es una cuestión que no ha sido considerada lo suficiente, aunque en la comunidad académica seguirá siendo tema de debate, y, especialmente, entre los expertos de arte y Kabala.

A la humilde arcilla de la jarrita roja de Tonalá le acompaña, pues, un innegable propósito iconográfico que garantiza una hipótesis inicial, que, a día de hoy, ninguna investigación ha planteado, a tenor de las muchas explicaciones que se conocen de esta obra de arte.

Y, entretanto, la jarrita roja también simboliza el principio femenino de acuerdo con el texto fundamental de la Kabala, el Zohar, en el que se habla de ciertas alegorías ligadas a los Sefirot denominadas Partzufim.

Shekinah, שְׁכִינָה, es una palabra hebrea que se traduce por la energía que emana la presencia de Jehovah, e inspira a:

La Iglesia de Israel, la Esposa en el Cantar de los Cantares, la Reina del Cielo; el misterio de la ley dada por la boca.

La Shekinah alude, pues, a la energía divina que habita entre los hombres, y hace de puente, entre el cielo y la tierra, para facilitar el camino de regreso al paraíso original.

Al mismo tiempo, la Sefira nº 10, Malkhut, El Reino, sería equiparable al Orbe, un globo terráqueo, con ecuador y meridiano, que representa el dominio territorial, y rematado por una cruz que indica el papel del monarca como defensor de la Fe.

En el caso del emperador Carlos V, tatarabuelo de la Infanta Margarita, el título de rex utriusque Siciliæ & Hierusalem, que se traduce por rey de las dos Sicilias y de Jerusalén, justifica que el Orbe, en el grabado de Sebastian Münster de 1544, represente al reino de Sicilia en la idea del reino de Jerusalén como cuna del cristianismo.

HISPANIA LA CABEZA DE EUROPA   EUROPA REGINÆ   Cosmographia de Sebastian Münster. 1544

• Las circunstancias

        Desde su primer esbozo el óleo de Las Meninas fue pensado como una pieza de arte clandestina, vocablo que deriva de la palabra francesa clandestine, que significa secreto, oculto; término que en castellano se refiere a algo hecho en secreto y en contra de las leyes, y que, en ningún caso, hubiera sido tolerado por la Inquisición Española del siglo XVII.

Diego Velázquez, pues, escenificando una excepcional jornada de palacio, sin embargo, ocultaba a todo ojo fisgón una lección magistral de compromiso, y, sellando los cuatro costados de su lienzo, aseguraba, para siempre, la conservación del Árbol de la Ciencia y Sabiduría.

La viabilidad de las esferas cabalísticas condicionó desde el principio la composición artística de Las Meninas, ya que fueron urdidas para dar sentido al relato simbólico de zonas muy concretas:

La presencia del rey Felipe IV y la reina Mariana de Austria en el Espejo refrenda, pues, el centro neurálgico del Imperio español.

Como culminación de la destreza del pintor no hay duda acerca de la calidad de la perspectiva aérea, pero ésta, como hemos ya mostrado, venía acompañada de diez esferas, o principios sagrados, desplegados etéreamente en el aire de Las Meninas, y de igual número que los diez círculos que rodean el marco gótico del espejo de la tabla de Van Eyck [12].

Diez círculos que relatan la pasión, crucifixión y resurrección de Cristo, y convierten a este espejo en un objeto sagrado.

En ambas obras de arte se asocia el espejo, con precisión geométrica, a la alegoría de la unión conyugal, como ejemplo y modelo, y lo que se capta en su superficie más allá del plano pictórico, es decir, el mundo real.

El reflejo del espejo en Las Meninas confirma a sus majestades en la simple apariencia de que existen, ya que Velázquez hace de la ausencia de los monarcas su presencia, para que ambas imágenes; la reflejada en el espejo y la intuida fuera del lienzo, se igualen y contrasten en la variedad de su expresión artística.

Alegoría que simboliza, en este caso, la integridad matrimonial y el poder contra las influencias perniciosas.

A la Sefira nº 9, Yesod, El Fundamento, se la identifica con la Luna entre otros atributos, y, según la Kabala, su función particular es la de purificar y corregir a las demás Sefirot.

Hagamos, pues, que un especialista en la materia, Z´ev Ben Shimon Halevi [13], nos explique que representa Yesod en el Árbol Sagrado:

Pocas lecturas aclaratorias sobre Kabala se ha mostrado tan abiertamente atemporal, si se añadiera a esta definición una palabra de más quizá estaríamos hablando de otra cosa, pero no, hablamos de lo mismo.

Y se entiende, pues, que el propósito cabalístico de los reyes en el espejo está concebido de lo más comedido posible, porque, a través del significado sexual de esta Sefira, se explica la incertidumbre de la herencia de los Austrias.

Ofrecemos las dimensiones del Pie Real en unidades, pulgadas y su tamaño en la rejilla de trabajo.

El Pie Real, el legítimo patrón de medidas castellano, ejerce el control absoluto sobre las medidas de este lienzo, y quedó puntualmente representado, sin duda, en la misma anchura del Marco del Espejo.

El Pie Real equivale a 12 pulgadas, y mide 0,279 metros.

1 Pulgada = 0,279 metros / 12 = 0,02325 metros.

Sabemos que 1,125 unidades equivale a una pulgada castellana, y que la pulgada castellana se divide en doce partes iguales llamadas líneas, por lo que Diego Velázquez, en sus precisas mediciones, fracciona la pulgada castellana en 9 partes iguales para poder operar con la unidad.

8/9 de pulgada equivale a la unidad en este nuevo plano de Las Meninas.

Como colofón, a la pareja de los monarcas Habsburgos, retratada en el espejo, le corresponde una abultada lista de características cabalísticas, por fortuna ya esclarecida, relacionada con el Árbol Sagrado de la Vida, y, en consecuencia, con los más privado de sus protagonistas.

Athanasius Kircher, sacerdote jesuita, políglota, erudito, estudioso orientalista y uno de los científicos más importante de la época barroca, argumenta en latín los contenidos simbólicos que se ocultan tras el Espejo de Las Meninas:

Espacio geométrico de Yesod IX   Nombre Divino   Shadai El Chai - El Dios Viviente Todopoderoso

Y, ante esta convicción, todo apunta a que en el espejo de Las Meninas Diego Velázquez propone un Sabbathum magnum, es decir; un Gran Sábado para el mismo día del año en el que tuvo lugar el séptimo aniversario de las segundas nupcias del rey Felipe IV.

Era una ocasión única en su especie el 7 de Octubre de 1656; tanto la fiesta del Rosario instituida por Pío V, que festeja a la batalla de Lepanto, como la boda en 1649 del monarca Felipe IV con su joven sobrina Mariana de Austria en Navalcarnero, se instauró y celebró, respectivamente, en este mismo día del año.

Observemos que la reina Mariana retratada en el espejo se sitúa bajo la vertical del enganche de lámpara que corresponde a la marca del 7 de Octubre, hablamos, pues, de la marca que señala la posición del Sol para la misma jornada en la que se celebró la boda de los monarcas en 1649.

La Lámpara Dahat está localizada en el signo de Libra, y la vertical que discurre por su centro representa, pues, el 7 de Octubre, o sea, una fecha segura, que coincidiría al mismo tiempo:

• Con la marca del día de la boda de los monarcas en 1649,

• y con lo estrictamente visual de la composición zodiacal de este óleo.

El Calendario perpetuo de Las Meninas Habíamos averiguado que cada una de las doce letras simples del alefato hebreo representa, en particular, a un signo del Zodiaco según el libro del Sefer Yetzirah. De acuerdo a esta conveniencia, a cada doceava parte del área de la pared del fondo le asignamos un valor zodiacal respecto a las doce letras simples del alefato hebreo. Cada signo o sección equivale a 30º por el ser el horizonte de este lienzo un símil de la eclíptica. Consciente de este hallazgo, auscultamos, gradualmente, la pared del fondo de derecha a izquierda, percatándonos del importante legado cíclico que atesoraba.

La posición del Sol en el 7 de Octubre de 1656

Es de sorprender, pues, que la anchura de la pared del fondo, dividida en doce partes iguales, prevalezca sobre cualquier otro detalle pintado y comparta notoriedad con la misma Astrología en esta relegada identidad de Las Meninas.

Conscientes de este hallazgo, indagaremos ahora, y de derecha a izquierda, en cada una de las doce divisiones de la pared del fondo.

De acorde con la cronología bíblica, en el año 1656 después de la Creación aconteció el Diluvio Universal; mientras que el día y año de la Creación del Mundo quedó establecido el 7 de Octubre de 3761 a.c. [14].

En la Enciclopedia Judía, Volumen IV, Nueva York, 1901, página 65, en el apartado Post Biblical Times, leemos que el punto de partida para el cálculo del primero de Tishri en el año 1 se indica con el símbolo בהרד.

Significando:

• ב o segundo día de la semana, Lunes,

• 5 horas, ה,

• 204 halakim, רד.

• La hora se divide en 1080 halakim, y un helek equivale a 3 segundos y 1/3, o 1/18 minuto.

Correspondiente al 7 de Octubre en el calendario Juliano del año 3761 al 3760 a.c.

De manera, que el día de Las Meninas fue, pues, el 7 de Octubre, día de La fiesta del Rosario.

En el calendario Gregoriano en un ciclo de 28 años hay 7 años bisiestos, más 21 años comunes, y tenemos, que si en el primer año del ciclo el 7 de Octubre cae en Sábado, entonces, este mismo día de la semana caerá de nuevo en Sábado en los siguientes años venideros; 0, 6, 11, 17, 23, 28.

Estos datos vienen a demostrar, pues, que existen contadas ocasiones en que se repite el mismo día de la semana en una efeméride.

Tradicionalmente a la Casa VII se la considera la Casa de los acuerdos.

El planeta que rige la Casa VII es Venus, la diosa del amor, lo cual supone, y así nos lo hace saber Diego Velázquez, que en esta mitad del espejo reservada para la reina Mariana de Austria se hace hincapié en su fertilidad.

Los Hijos - La Salud - El Matrimonio

Simultáneamente, en el espejo, donde reside la Sefira nº 9, Yesod, el Fundamento del Árbol de la Vida, la esfera cabalística que coordina la esencia creadora masculina y femenina, queda salvaguardada la salud del Príncipe en la Casa VI.

• El escenario

        Puede definirse la Kabala como un sistema filosófico de interpretación de las Escrituras, y, metafísicamente, el de meditar en los seres espirituales y las deidades.

Según los maestros estas reflexiones esclarecieron las verdades más profundas de la religión, y añaden, que para ser comprendidas deben ser primero reveladas a través de símbolos y alegorías.

La Kabala se divide en tres categorías principales:

• Mística, por cuanto privilegia el conocimiento como experiencia: La iluminación y la revelación son sus elementos esenciales.

• Teosófica, pues trata de desvelar los misterios de la vida oculta de Dios, y la relación entre el Dios Creador y el ser humano.

• Esotérica, relacionada con Magia, Alquimia, Tarot, Astrología, Cosmología, Numerología, entre otras ciencias.

El lector, que quisiera acceder de manera voluntaria a este universo de creencia y Geometría [15], precisará de una mente clara para apreciar este inadvertido vergel; y, ya que no queremos frivolizar con una doctrina ajena, contribuiremos por lealtad al progreso de estas nuevas deducciones.

Abordaremos, pues, la búsqueda, y, más tarde, el ascenso del Árbol de la Vida; el encuentro es muy personal, de poco vale decir:

¡Mira ahí y contempla este objeto Sagrado!

El Árbol de la Vida se describe en el primer libro de la Biblia, Génesis 2:9, pero será en el Sefer Yetzirah donde se haga mención de estas diez esferas como Sefirot.

 
Sefer Yetzirah - Capítulo 1:7

Desglose de las medidas de Las Meninas

La tradición de la Kabala advierte que es un acto temerario reanimar estas esferas sin la suficiente preparación, y es por este motivo por el que debemos limitarnos a fijarlas y nombrarlas en sus respectivas posiciones.

Cada una de las diez esferas también se relaciona, a su vez, con algún personaje o idea esencial de la gran planificación escenográfica de este óleo.

	Orden	Hebreo	Latín	Orden angélico	Orden cósmico	Figura bíblica	Tetramorfos	Personaje u objeto
	1	Kether	Corona	Seraphim	Primi mobilis	Jehovah		Puerta de 22 cuarterones
	2	Chokmah	Sapientia	Cherubim	Firmamenti	Adán		La Paleta de colores
	3	Binah	Intelligentia	Thronos	Saturni	Eva		Aposentador José Nieto
	no Sefira	Dahat	Conocimiento - El Hábito de la Cruz de Santiago
	4	Chesed	Misericordia	Dominationes	Iouis	Abraham		Rey Felipe IV
	5	Geburath	Fortitudo	Poteſtates	Martis	Isaac		Reina Mariana de Austria
	6	Tiphereth	Pulchritudo	Virtutes	Solis	Jacob	León	Infanta Margarita de Austria
	7	Netzach	Victoria	Principatus	Veneris	Moisés	Toro	Menina Isabel de Velasco
	8	Hod	Honor	Archangelos	Mercurij	Aarón	Hombre	Pintor Diego Velázquez
	9	Yesod	Fundamentum	Angelos	Lunæ	Salomón	Águila	Menina Agustina Sarmiento
	10	Malkut	Regnum	Animaſticum ordinem	Mundi elementaris	David		La jarrita de Tonalá

Estos diez Sefirot representan el ascenso, desde la esfera más baja hacia la más alta, es decir, desde el Reino hasta la Corona, un sistema simbólico que recuerda a las Escaleras Místicas que enlaza con todas las iniciaciones antiguas y modernas:

• La escalera brahmánica de los misterios indios,

• la escalera de Mitra, utilizada en los misterios persas,

• la escalera escandinava de los misterios góticos,

• los misterios masónicos de la escalera de Kadosh,

• y, por último, la escalera teológica de los grados simbólicos.

Eheieh   Yo existo     Corona - כתר

Adonai Ha Aretz   Señor de la Tierra     Reino - מלכות

Y esto revela, pues, que las esferas situadas en el techo, a la altura del enganche que denominamos Lámpara Kether, advierten de la presencia de un mundo superior invisible; mientras que en la parte baja, en respuesta, se halla la Sefira nº 10, el Reino, Malkut, que recuerda que se nace de la tierra, y que el cuerpo retornará a ella una vez liberada el alma.

Ante el óleo de Las Meninas es el propio espectador quien, sin querer, establece contacto directo con la imagen, forma y estructura de un elaborado microcosmo velazqueño.

El esquema geométrico que analizamos responde, pues, a la fase inicial del desarrollo intelectual de Las Meninas, y trasluce, además de un calculado y aritmético soporte, una deliberada reivindicación.

Velázquez, como pintor cabalista, ha de exponer, en cuatro diferentes niveles, la idea de su inspiración en su trabajo artístico.

Los cuatro mundos del Árbol Sagrado y Las Meninas

Emanación             Creación           Formación             Acción

En Isaías, 43:7, se hallan las palabras que evocan los cuatro mundos de la Kabala:   A todos los que llevan el Nombre de los míos, que para mi Gloria he creado, formado y hecho.   כל הנקרא בשׁמי ולכבודי בראתיו יצרתיו אף־עשׂיתיו׃   Isaías, 43:7   Nombrar, crear, formar y hacer.

La presencia de códigos cabalísticos en Las Meninas explica la intención del pintor; por lo que ya es el momento para que el lector intuya, imagine, razone y entienda que otros propósitos revelan los listones de madera del Gran Bastidor:

Las dos lecturas del monograma invertido de los listones de madera del Gran Bastidor.

Primera lectura - ALEF

Segunda lectura - FE IIII A

El significado de la palabra monarquía proviene del griego μονος, uno, y αρχειν, gobierno, es decir; gobierno de uno, con cuyo aval respaldaremos la transliteración de la primera lectura del los listones del bastidor que conciernen, pues, al nombre en castellano de la primera letra del alefato hebreo de valor uno:

ALEF.

Son trazos rotundos en madera, de letras gigantes y mayúsculas, que anuncian el nombre y orden regio de su serena majestad:

Felipe IIII de Austria.

El uso del número ordinal IIII en vez de IV es muy común en las monedas en esta época, señalaremos, pues, un ejemplo en un patagón acuñado en Amberes, Ducado de Brabante:

PHIL · IIII · D · G · HISP · ET · INDIAR · REX.

La doble moral que subyace tras el Gran Bastidor exige una auténtica explicación, que descubre, de manera instantánea, la mirada siempre crítica de cualquier espectador:

Velázquez consolida la imagen del Gran Bastidor a través de un lenguaje gráfico que combina tres cuestiones afines a la forma:

• la Imagen,

• el Signo

• y el Esquema.

Ampliaremos la lectura del Gran Bastidor de Las Meninas con un monograma precursor, en el Códice de la Emperatriz de Simón Bening de 1537, del Blasón de Felipe III, apodado Felipe el Bueno, primer Jefe y Soberano de la Insigne Orden del Toisón de Oro.

Observamos, pues, dos pares de monogramas iguales de cifras y letras entrelazadas que, como abreviatura del nombre del duque de Borgoña Felipe III, fundador de la Orden del Toisón de Oro, flanquean el Blasón y los eslabones del collar del Vellocino de Oro.

Y acabando de limar este asunto, añadiríamos que Alejandro Magno tuvo un especial interés por deshacer el nudo del carro de Gordión, ya que estaba vaticinado que quien fuera capaz de soltar el nudo del yugo del carro gobernaría toda Asia.

Al cortar este monarca el nudo, sus acólitos creyeron fervorosamente que el oráculo se había cumplido, y, según es sabido, tal convencimiento creció cuando, a partir de ese día, en todas las noches hubo truenos y relámpagos, que fueron interpretados como signos prodigiosos.

En este contexto de oráculos, emblemas y de reyes audaces enfrentados a desafíos extremos, no podía faltar, pues, la alegoría del Nudo Gordiano en la heráldica europea, tanto en la boloñesa como en la castellana:

TANTO MONTA MONTA TANTO.

.
 

Duque de Borgoña Felipe III Doble monograma Nudo Gordiano			Escudo de los Reyes Católicos Las Flechas - F - De Ferrnando El Yugo - Y - De Ysabel Nudo Gordiano La Granada

• El Cuaternario

        Habría que desandar un largo camino, y aceptar que estas antiguas enseñanzas siempre han estado presente ante los ojos del espectador, no obstante, analizaremos en este lienzo estas particularidades.

Del pintor Diego Velázquez sabemos, pues, que uno de sus sueños más peleados fue la Cruz del Hábito de Santiago, que la obtuvo tras una orden del rey el 28 de noviembre de 1659, sin embargo en Las Meninas, autorretratado de alegoría de la Pintura, hace pensar que la consiguió tres años antes, y, pese a este inconveniente, previno el lugar exacto de su anhelada nobleza en medio del gesto de templanza de sus dos manos ocupadas.

• LAS MANOS de Diego Velázquez en Las Meninas.

• EL PINTOR en un grabado del siglo XVI de Jost Amman.

• LA TEMPLANZA - Baraja del Tarot Visconti-Sforza, entre 1440 y 1470. The Morgan Library & Museum. New York.

La Templanza en el Tarot, al igual que la alegoría del signo de Acuario en el Zodiaco, sujeta un cántaro en cada una de sus manos, y vierte el contenido de uno en el otro, cuya mezcla viene a crear un nuevo temperamento de dos substancias diferentes.

En la tarea de mezclar y cargar el pincel en la paleta, y transmutar los pigmentos en luz animada.

Las regencias planetarias fueron establecidas en Alejandría, y en Astrología ordenan el vínculo de cada planeta sobre uno o más signos del Zodiaco, de tal modo, que existe una conexión exclusiva entre el signo zodiacal y el planeta.

En Las Meninas la cruceta de la Cruz del Hábito de Santiago se ubica exactamente en el punto medio de todo influjo astral, y se verifica, en su pensada posición, el mismo orden que tuvo lugar en la creación divina cuando los siete planetas estaban exaltados en sus propios signos.

Razonablemente, pues, la división de la pared del fondo en doce áreas iguales facilita exhumar una valiosa joya de la Ciencia de la Astrología:

La evidencia de un eje simétrico de regencias planetarias.

El uso de las dignidades, nombre con el que se conoce la relación entre planetas y signos, es básico en la interpretación astrológica, y deben ser conocidas de memoria para interpretar una carta natal.

Esta persuasiva disposición astral dio paso a la libertad de consciencia del pintor hasta el límite de la honestidad, ya que el maestro español, además de sublimar en su autorretrato la agudeza de su ingenio, ocultaba su temeraria audacia a cualquier futura reprobación de la autoridad competente.

No hay duda alguna de que Velázquez en La Casa X - Regnum Honores - Las Dignidades puso todo su empeño, ya que en esta casa astrológica, que está relacionada con las dignidades, el honor, la gloria, así como con las ambiciones, la profesión y las recompensas, es donde se halla sus expectativas de ser ennoblecido, y, además, los instrumentos de su oficio; la paleta de colores, el tiento y los cuatro pinceles.

A la Casa X se la denomina: Ángulo del medio cielo - Casa real de los honores, y según Luis Freyre de Sylva, Cauallero Aſtronomo, esta Casa astral está relacionada con los cargos, oficios, exercicio, ocupación, los hijos, amigos, Rey y madre [16].

Y se comprueba, pues, que hemos encontrado el hilo conductor del relato, y, también, la particular razón del pintor de conjurar a la Cruz del Hábito de Santiago desde su corazón con el propósito de anticipar, con años de antelación, su anhelado deseo, ya que en la Kabala, la Sefira nº 8, Hod, queda representada, no obstante, por el Honor y la Gloria.

Estas ideas analizadas están, sin embargo, del lado de la Heterodoxia, lo cual supone que el heterodoxo reniega de la doctrina fundamental en vigor o práctica religiosa aceptada por la mayoría, mientras que la Ortodoxia católica trata de lo contrario, es decir; de la conformidad con su propio fuero.

Dios Padre de la Inquisición Española   Villalpando del CIVITAS SANCTI - 1604	Coronación de la Virgen   Diego Velázquez - 1634

De lo que se deduce, pues, que Velázquez distinguía entre la alegoría de Dios de la iglesia romana, que lo representa a semejanza de un hombre barbado y misericordioso, y la de aquella encarnada en los Sefirot que el cabalista entiende como su reflejo.

En el caso de Velázquez encontramos, pues, tres vertientes diferentes para indagar en su mundo personal:

• El origen de su familia paterna,

• los códigos ocultos de su pintura naturalista

• y la biblioteca personal del pintor.

Conocer de buena tinta la limpieza de sangre del artista ha sido siempre un tema difícil de indagar, sin embargo, al igual que muchos católicos de su época, tuvo que bregar con el linaje de su origen familiar.

A causa de la expulsión del año 1492 muchos judíos cambiaron su fe por la católica, no obstante, mantuvieron viva su identidad dentro y fuera de España, de manera, que todo cambió el 18 de Diciembre del año 2012 gracias a que el Gobierno español publicó la lista oficial de apellidos judíos de familias ibéricas, una lista que provocó gran sorpresa, ya que, después de quinientos años, estos apellidos se volvían a reconocer como judíos.

En esta lista figuran 5.220 apellidos sefardíes, de los que hemos elegido cuatro que completan el nombre y apellidos del pintor sevillano:

• D: Diego.

• R: Rodríguez.

• S: Silva.

• V: Velázquez.

La debilidad de Velázquez, por todo aquello que le era prohibido, tuvo su mejor muestra cuando pintó la Venus del espejo; un desnudo que acabó en la colección de pintura de Gaspar Méndez de Haro, marqués de Heliche, esquivando a la censura [17].

326 - Compra del desnudo de Velázquez en la almoneda de Domingo Guerra Coronel por un servidor del marqués de Heliche el 16 de septiembre de 1652.

AHPM (Prot. 6766, f. 556v)

[AAJ Aterido (2001)

Históricamente, pues, siempre hubo una buena razón para eximir al artista de su doble moral, por menos algunos tuvieron que sufrir el exilio geográfico para evitar el castigo de la poderosa jerarquía eclesiástica española, cuyas reglas se recogen en el Indices librorum prohibitorum et expurgandorum novissimus, Hispanicus et Romanus. Anno M. DC. LXVII.

De su biblioteca personal se desprende, pues, que Velázquez tuvo cierta atracción por la adivinación y los pronósticos astrológicos; y aunque este comentario parezca banal, no es sino la respuesta del análisis de la hermenéutica de su librería, por lo que certificar la heterodoxia del pintor depende si exprimió al 100% estos libros, de temas y noticias diversas, en su educación liberal con fines tácitamente prácticos.

A Diego Velázquez, que puso su conocimiento al servicio del presente para que su arte no acabase tras su muerte, sólo se le podría acusar de un pecado:

Ejemplificar el modelo de hombre sabio en todo arte conocido.

La hoja es la Justicia; el pomo la Fortaleza, y se aúnan en ser la Templanza el puño, y la vaina la Cordura.   LA VIDA ES SUEÑO - ESCENA IX   Calderón de la Barca. 1635

Velázquez en el óleo de Las Meninas hace uso de inadvertidas alusiones simbólicas, hablamos, pues, de alegorías, que los personajes de esta composición interpretan, es decir; que tras la apariencia pictórica han ocultado durante siglos la deliberada intención del pintor en el escenario de la Habitación del Príncipe del Palacio Alcázar de Madrid.

Para aclarar este asunto propondremos iconografías de ayuda cuaternarias con las que nos hemos tenido que entender, como es el caso de las cuatro virtudes cardinales, en la que toda moral humana descansa, y en cuyos principios se subordinan todas las demás.

Los arcanos mayores del Tarot representan, pues, un compendio del orden jerárquico medieval, y de conceptos básicos de organización social, tanto política, como religiosa y civil; donde están presentes desde el Papa hasta el mendigo, las musas, las artes liberales, las virtudes, los planetas, los dioses de la antigüedad, e incluso la Primera Causa del famoso argumento sobre la existencia de Dios defendido por Tomás de Aquino en el siglo XIII.

Las cuatro virtudes morales tienen su origen en la tradición filosófica clásica, y ejercieron gran influencia en el cristianismo, y como cuaternario, pues, analizaremos esta disposición en el propio lienzo de Las Meninas.

Las cuatro jambas en los signos fijos del Zodiaco:

Hay una reflexión profunda en la certera posición de la ansiada Cruz del Hábito de Santiago, e igualmente, en la localización exacta del ojo derecho del artista en la esquina superior izquierda del cerco de esta puerta secundaria.

El énfasis visual que mostramos se justifica gracias a su correcto vínculo con la precisión geométrica, y, convenientemente, permite una lectura concreta de la iconografía de esta composición.

Hablamos, pues, de una representación de cuatro figuras con apariencia humana que simbolizan una amplia gama de aspectos cuaternarios.

En la carta nº XXI del Tarot, El Mundo, se representa en las dos esquinas superiores a un ángel y un águila, en el centro se sitúa una figura femenina desnuda dentro de una mandorla o Vesica, mientras que a sus pies descansan acostados un toro y un león.

Por otro lado, lo que se descubre en las cuatro esquinas de la carta nº XXI del Tarot son las cuatro figuras de la visión de San Juan en el Apocalipsis, que equivalen a los cuatro Vivientes de la visión de Ezequiel, y corresponden a las cuatro formas de la Esfinge.

Esta carta simboliza, pues, el Macro y Microcosmos, que en este caso equivale a Dios y la Creación, o la Ley de lo Absoluto.

La Biblia recoge el relato de la visión del profeta Ezequiel acerca de las cuatro criaturas vivientes semejantes a hombres, en la que cada uno de estos seres tenía cuatro rostros y cuatro alas, y los pies eran derechos, y la planta de sus pies como pie de becerro.

   Y en medio de ella, figura de cuatro animales. Y éste era su parecer; había en ellos semejanza de hombre.

ומתוכה דמות ארבע חיות וזה מראיהן דמות אדם להנה׃

Ezequiel 1:5

Ciertos detalles de esta visión concuerdan con la cosmogonía órfica, como es el caso del rey de los dioses, Fanes, que se le representa con una serpiente enroscada cuatro vueltas alrededor de su cuerpo, en su pecho lleva tres cabezas de distintos animales y los pies de pezuña de vaca:

• Serpiente - En la cabeza

• León - En el plexo solar

• Cabra - Costado izquierdo

• Toro - Costado derecho

Fanes cedió el cetro de su reinado a la Noche, quien a su vez se lo dio a su hijo Urano, pero el cetro le fue arrebatado por su hijo Cronos, quien, nuevamente, lo perdió a favor de Zeus, el gobernante final del universo.

Zeus devoró a Fanes, por consejo de la Noche, y absorbió sus poderes quedando unido al universo, a los elementos, a todo el pasado, y a todo lo que sucediera en el futuro.

Simultáneamente, el Árbol de la Vida se origina a partir del ciclo temporal terrestre, y se sustenta en las cuatro estaciones del año, mientras que las tres Zahzahot, o pilares verticales, se elevan desde el 0º de cada uno de los tres únicos signos de la triplicidad de Aire que propone la Astrología.

JUICIO   EQUILIBRIO   MISERICORDIA Binah - Inteligencia Geburah - Fortaleza Hod - Honor   Kether - Corona Dahat Tiferet - Belleza Yesod - Fundamento Malkhut - El Reino Chokmah - Sabiduría Chesed - Gracia Netzach - Victoria   0º Acuario 0º Libra 0º Géminis ALEF MEM SHIN Pecho Vientre Cabeza

שלוש אמות אמ"ש בנפש זכר ונקבה ראש ובטן וגויה ראש נברא מאש ובטן נברא ממים וגויה מרוח מכריע בינתים׃        Tres Madres: Alef, Mem y Shin, en el Alma, masculina y femenina, son la cabeza, el vientre y el pecho. La cabeza es creada del fuego, el vientre es creado del agua, y el pecho del aliento, que equilibra en medio de ellos.     Sefer Yetzirah 3:6

El pecho, el vientre y la cabeza, como elementos cabalísticos, componen la base de la estructura del Árbol de la Vida de Las Meninas, y no hay duda, pues, que aquí, el vientre como arcano, se sitúa en la mejor posición posible, porque alude al mismo vientre de la reina, o sea, al lugar para llevar a un hijo del rey.

Como se puede comprobar, el origen de las distintas alegorías soterradas de este lienzo se remonta a distintos patrones simbólicos de la cuenca mediterránea, que, a lo largo de los siglos, han heredado un repertorio común de imágenes y textos de iniciación.

Hablamos, pues, de un lenguaje común y ancestral de conocimientos esenciales, que ilustran libros de Horas, compendios apocalípticos y manuscritos, que sobrevivió en la filosofía arcana de los textos de Iconología del Renacimiento, en los de Empresas políticas, en el amplio campo del grabado de Enigmas, y, también, en tratados de cosmografía del medio oriente, en las ilustraciones de moral religiosa, o en diseños de emblemas y jeroglíficos.

Este camino de regreso al origen del símbolo entraña, pues, que más allá de lo ya descubierto sobre ciertos detalles escénicos, nuestra misión es aceptar estas singularidades, y reconocer que siempre han estado ahí, bajo el barniz de esta pintura.

Si en Las Meninas Velázquez retrata a la Infanta Margarita auspiciada como posible heredera, en el libro de Joannes Franciscus Christopherus queda tristemente reducida a una vela de cera consumida en el cumplimiento del deber [18].

Y puntualmente, en la zona media del espejo, donde se halla la marca del día 29 de Septiembre, queda salvaguardada, pues, la invocación a los legendarios ángeles custodios capitaneados por el poderosísimo arcángel Miguel.

El edificio del templo, cuya planta suele ser cuadrada o rectangular, tal y como es el caso de la Habitación del Príncipe, se integra con el símbolo del centro, que en este caso supone, pues, el Pilar del Equilibrio del Árbol Sagrado de la Vida.

En definitiva, los cuatro arcángeles, que gobiernan las cuatro esquinas del mundo, aluden, pues, a una alegoría de protección, y que en el Tetramorfos; del griego τετρα, tetra, cuatro, y μορφη, morfé, forma, también quedan representados como un conjunto de cuatro elementos.

El más conocido es cristiano, cuya tradición se remonta al Antiguo Testamento.

Acuario AIRE		Escorpio AGUA
Pintor Velázquez		Menina Sarmiento
Leo FUEGO		Tauro TIERRA
Infanta Margarita		Menina Velasco

El Tetramorfos y el Pantocrátor son una constante del arte medieval, tanto en escultura como en pintura, sea mural o en códices miniados.

Bíblicamente, los Querubines no se parecían a ninguna criatura conocida, pero Moisés mandó labrarlos en oro con la forma que los vio en el trono de Dios en la silla de Misericordia del Arca de la Alianza; otros, sin embargo, derivan su aspecto de lo que dice de ellos Ezequiel, Isaías y San Juan, que los describen con el rostro y pecho de un hombre, las alas de un águila, el vientre de un león y las piernas y pies de un buey.

Escudo de Armas Masónico   Holiness to the Lord - Santidad al Señor    Año 1680 Colección W. HY. Rylands   THE HISTORY OF FREEMASONRY VOLUME IV By ROBERT FREKE GOULD   LONDON. THOMAS C. JACK, 45 LUDGATE HILL. 1885.

Los Querubines eran símbolos de la fuerza y la sabiduría, y, aunque acerca de su significado existe diversidad de opinión, hay acuerdo general de que tenían alas, y que estas alas estaban extendidas aludiendo al poder de protección de la Deidad.

Estas ideas reseñadas pertenecen al mundo de la Kabala, que, exiliada en esta pintura, desvela Su rico caudal sumergido en pinceladas de luz y color.

• El sendero 27 en Las Meninas

        Ya hemos sacado a colación uno de los símbolos más sagrado de la historia de la humanidad como trata el Árbol de la Vida, aunque todavía quedaría por explicar cómo encaja esta idea en la Geometría de esta obra del gran maestro Velázquez.

Aún hoy, en el poderoso mensaje del punto de fuga, localizado bajo el brazo levantado del Aposentador José Nieto, en verdad descansa el vestigio de la penetrante mirada del ojo del pintor [20]:

        Lo que denominaríamos el contacto entre lo aparente y lo trascendente en la coordenada del punto de fuga: X, en el perímetro de la Sefira nº 7 - Nectzah - La Victoria, en la altura del horizonte de esta pintura.

Y ciertamente, José Nieto, con calculado semblante, custodia el punto de encuentro entre los doce límites de las diagonales de la perspectiva arquitectónica y las doce diagonales del diagrama que componen el Árbol de la Vida [21].

El horizonte ordena la altura de Las Meninas, y conecta a Nectzah con Hod, que corresponde al sendero número 17 del Árbol Sagrado, equivalente al sendero 27, de acuerdo con Athanasius Kircher.

El Árbol de la Vida de Las Meninas no sólo encarna la unidad universal indivisible, sino que en cada Sefira se aloja un universo de distintas realidades; físicas, mentales y espirituales del ser humano y de las deidades.

Y como ejemplo, la cruceta de la Cruz del Hábito de Santiago, donde se sitúa el centro de la Sefira nº 8 Hod, El Honor, que ampara todo arquetipo mercurial, y la razón intelectual del operador de Magia [22].

Conscientes de haber puesto el dedo en la llaga de un quehacer artístico reprobable, daremos a conocer, con la ayuda de un vector inclinado a 45º, la presencia del Punto medio del Árbol Sagrado en Las Meninas.

El punto medio del Árbol Sagrado           Si dirigimos, desde la cruceta del Hábito de la Cruz de Santiago, un vector con una inclinación de 45º hacia el pilar Central o del Equilibrio del Árbol Sagrado encontraremos su punto medio o centro, el punto L, que tiene por coordenada: [0, 12].

La importancia de la doctrina que se promueve, y la posición deliberada de la cruceta de la Cruz del Hábito de Santiago en el corazón del pintor confirma la experiencia cabalística.

Un firme reconocimiento de la sinceridad:

Su confesión.

Habría que tener en cuenta que la Kabala quedó confundida entre las prácticas adivinatorias, no obstante, esta ciencia sagrada ha sido ka única herramienta auxiliar que ha confirmado en Las Meninas el linaje de ciertas pinceladas, lo cual da pie para pensar en la utilidad necesaria de esta nueva vía de investigación.

Hablamos, pues, de un mensaje oculto, que, al revelarse, iguala el sentimiento de incertidumbre con el asombro que produce ser testigo de un ingenioso trabajo, sin embargo, el estudio de la Kabala en la época de Velázquez estaba totalmente prohibido por las resoluciones del Concilio de Trento.

En el siglo XVII, pues, un grueso ejército de libros escritos en latín preservaban a la fe católica, e imponían el anatema a los herejes, y a cualquier levísima sospecha de error, sin embargo, el alto riesgo de la confesión velazqueña anteriormente analizada culmina en el otro extremo del sendero nº 27 del Árbol Sagrado, en la Sefira nº 7, Nectzah, que representa la Victoria, la Eternidad, la visión de la profecía y el control sobre las pasiones.

Dentro de esta Sefira, pues, se halla confinada la cabeza de la menina Isabel de Velasco, que luce sin pestañear un bello semblante venusiano; pero, si se observa bien, en su pelo se distingue además un retrato de un ilustre personaje mirando hacia la luz principal de la primera ventana:

Una insospechada textura de alto brillo y gran contraste que desafía al tiempo.

Este vigoroso rostro está enraizado en su encanecido pelo, y, retratado de perfil, se opone a la citada mirada de la menina.